Park detestaba hablar en clase. Eleanor lo miró enfurruñada y luego desvió la vista. Él se sonrojó.—Porque… —dijo Park con voz queda y la mirada clavada en el pupitre—. ¿Porque todo el mundo quiere recordar lo que significa ser joven? ¿Y estar enamorado?
—Ahora ya sé qué piensas cuando miras por la ventanilla.
—No, no lo sabes —replicó ella—. Pienso en varias cosas.
—No me gustas —le dijo—. Te necesito.
Eleanor dio un paso hacia él.
—¿Tengo pinta de vagabundo?
—Peor aún —replicó Park—. De payaso vagabundo.
—¿Y a ti te gusta?
—Me encanta.
Eleanor tenía razón. No era guapa exactamente. Emanaba algo artístico, y el arte no busca ser bonito; busca despertar tus sentimientos.
maquillarse se parece a mentir
—No estoy bromeando—dice el.
—Deberias— dice ella— tenemos 16 años
-Estoy atrapada en mi propia piel -lo corrigió Eleanor-. Además, ¿por qué hablamos de mí? Estábamos hablando de ti.
-Prefiero hablar de ti -dijo Park.
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